En la industria láctea, uno de los aspectos que genera mayor volatilidad tiene que ver con poder garantizar los mismos niveles de producción de leche, tanto en calidad como en cantidad, a lo largo del tiempo. Esto se debe a que depende de muchos factores que los agricultores no pueden controlar, a pesar de sus intentos por lograrlo.
Por eso, es tan complejo que la industria y las agencias gubernamentales logren predecir con precisión cuál será la producción de leche. Sin embargo, esa incertidumbre es la que ha marcado la evolución de este sector y la comercialización de sus productos.
En la actualidad, se conoce que la producción de leche puede verse afectada por el entorno y la comodidad en la que se crían los animales, pero también por la salud, la alimentación y la biología de las vacas e, incluso, por la forma como los ganaderos interactúan con ellas.
¿Te gustaría conocer más detalles sobre los factores que pueden afectar la producción de leche en las vacas? Entonces sigue leyendo, porque a continuación lo explicaremos…
Factores que afectan la producción lechera
1. Una alimentación de calidad
Este es uno de los factores que más afecta la producción de leche, pues también tiene relación con la buena salud y reproducción de las vacas. Por eso, va a depender del buen manejo de la alimentación, que los animales tengan un buen rendimiento como productores de leche.
En ciertas condiciones, como la alimentación a pastoreo, la calidad y cantidad de la producción suele estar determinada por el nivel nutritivo de la pastura y la época en la que paren las vacas. De otra forma, las vacas deben ser alimentadas de acuerdo a sus requerimientos, tomando en cuenta el peso vivo, nivel de reproducción y momento de lactancia en el que se encuentran los animales.
La importancia de la alimentación en los bovinos productores de leche es tal, que se estima que cerca del 50% del costo de un litro de leche tiene que ver con la alimentación. Por eso también la cantidad y calidad de la leche van a depender de los precios y la disponibilidad de los alimentos para el agricultor.
2. Condiciones climáticas
El efecto que tiene la temperatura en la alimentación de los bovinos, también es un factor importante que incide tanto en el consumo de alimento y agua, como en la tasa de concepción y la producción y composición de la leche. En las vacas lecheras, la máxima producción se obtiene cuando están bajo temperaturas que oscilan entre 4 y 21 °C. Por el contrario, cuando la temperatura es de 24 °C o superior, los animales reducen el consumo de alimentos y, por lo tanto, disminuyen la producción de leche.
También en climas templados con estaciones más suaves, las vacas tienden a estar menos estresadas que en climas más extremos. Esto se debe a que la geografía está muy relacionada con el tiempo y el clima, en consecuencia, en un clima templado las vacas lecheras pueden ser más productivas que en un clima muy cálido.
Otros factores que también influyen, junto con la temperatura, en el consumo de alimentos por parte de las vacas, son la humedad, el viento, la radiación, la lluvia y la altitud. Pero también existen efectos indirectos de estos fenómenos sobre la alimentación de los bovinos, debido a que pueden afectar la disponibilidad del forraje y la calidad nutritiva del mismo.
3. Frecuencia del ordeño
En las vacas lecheras, la evacuación frecuente de la ubre es fundamental para garantizar la máxima producción del animal. En caso contrario, la leche puede acumularse en la luz de los alvéolos y llenar las áreas de almacenamiento que tiene la ubre, lo que genera presión en esas áreas, inhibiendo la secreción de leche.
Por eso, el ordeño frecuente de la vaca permite que se maximice el proceso de fabricación de leche. De hecho, se considera que ordeñar las vacas, al menos tres veces al día, puede elevar la producción de leche entre 10 y 25%, comparado con lo que se puede obtener al ordeñarlas solo dos veces diarias. Así mismo, ordeñarlas cuatro veces en lugar de tres, puede aumentar de un 5 a un 15% más la producción lechera de cada animal.
4. Gestación
Por lo general, hacia el final de la gestación de las vacas, suele producirse una disminución en la producción de leche, sin embargo, la razón de este cambio en el rendimiento productivo del animal no está muy claro. En algunos casos, se atribuye a un aumento en el nivel de nutrientes que se destinan al desarrollo fetal y, en otros, a un cambio en la producción de hormonas.
Pero esta última suele ser la razón más convincente, ya que para el desarrollo fetal sólo se destina entre 1 y 2% de los requerimientos diarios de la vaca. En cambio, la alteración de la producción hormonal, puede contribuir a liberar grandes cantidades de estrógeno y progesterona en la sangre del animal, lo que es perjudicial para la producción de leche.
5. Duración del período seco
La inseminación de las vacas suele realizarse de 70 a 90 días después del parto. En ese caso, se espera que lacten por 305 días, y, a continuación, suele dárseles 60 días de período seco, previo al próximo parto. Ese espacio de tiempo se asigna, para que el animal pueda recuperar los suministros corporales y, también, para que pueda regenerar el tejido secretor.
Sin embargo, este período seco también ayuda a que las vacas lecheras incrementen su producción en la siguiente lactancia.
Sin duda hay muchos más factores que pueden influir positiva o negativamente en la producción de las vacas lecheras, pero con las que hemos explicado en este contenido, puedes tener una idea de lo complejo que puede ser la cría de bovinos para esta actividad.
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